Por Gonzalo Colque.-
Los grandes agropecuarios, principalmente soyeros, acaban de pasar a otro nivel en su exigencia por canalizar fondos públicos a favor de ellos. No les basta haber tomado el control de las entidades públicas encargadas de tierras, bosques y fondos agropecuarios.No les basta que el gobierno transtorio haya entregado mas de 800 títulos agrarios durante la pandemia.
Ahora amenazan con desabastecimiento alimentario. Juegan con la seguridad alimentaria de los bolivianos. Dicen estar en crisis por la pandemia, pero la verdad es otra.
--Sus deudas corresponden a años anteriores, desde el 2013. Se debe a la caída de los precios internacionales de la soya.
--Presionan para refinanciar deudas con fondos públicos con demasiadas facilidades (4% de interés anual, 2 años de gracia y 12 años de plazo). No están quebrados precisamente, sino que pretenden hacer pagar al Estado sus obligaciones financieras de anteriores años.
--Para que las cosas fluyan más rápido, Añez posesiona a Branko Marinkovic como ministro de Estado.
Esto se llama amenaza, chantaje, extorsión.