LAS SOÑADAS MILICIAS. La necesaria violencia para un proyecto dictatorial

Por Amalia Pando. Foto Los Tiempos.-

Estamos en las puertas de unas elecciones nacionales que tendrán como principal actor a una fuerza que no es democrática: el MAS. Si gana, acabará con la institucionalidad democrática, avanzará hacia un capitalismo autoritario y se sostendrá - para nunca más soltar el poder- en milicias populares y en el narcotráfico como en Venezuela. Si pierde, que es lo más seguro, el MAS se convertirá en una organización política-militar que no dará tregua al próximo gobierno con acciones terroristas de toda intensidad. 

Ponchos Rojos.. Ahora sí  guerra civil..

El narcotráfico, que es la base de este partido, es de naturaleza violenta. Por ser una actividad ilegal y reprimida a nivel internacional necesita de un aparato armado de vigilancia y dispuesto a matar a quién se le enfrente. Los niveles de crueldad que usan los narcotraficantes no tiene límites, así mantienen la lealtad interna, castigan a los soplones, defienden su mercado y acaban con sus enemigos. 

Fueron las armas del narcotráfico las que Evo Morales usó en octubre y noviembre del año pasado para sofocar el levantamiento nacional contra el fraude y, posteriormente, para arremeter contra el naciente gobierno transitorio. 

TAREA PENDIENTE

Raúl García Linera, confesó últimamente en una entrevista en la Argentina que en el gobierno de Evo Morales “…también se intentó hacer formación militar de los movimientos sociales. Pero con mucha irresponsabilidad, quienes participaron se sacaron fotos y cayeron denuncias de paramilitarismo, de anti demócratas y hubo que dar marcha atrás".

En enero pasado, en otra entrevista, Evo Morales formuló la necesidad de formar milicias, como en Venezuela. Estando en condición de refugiado político, tuvo que retractarse, pero no hay duda que ese es su propósito. 14 años de gobierno que se le fueron de las manos porque no tuvo esas milicias que lo defiendan. 

VENEZUELA 2017

Los pueblos de Venezuela en 2017 y el nicaragüense en 2018 lucharon con gran coraje para librarse de sus respectivos dictadores y no lo consiguieron. Una de las diferencias más significativas con Bolivia ha sido la existencia de los grupos paramilitares vinculados al régimen encargados de aterrorizar y dispersar a los manifestantes opositores. 

En Venezuela los llamados “colectivos", entrenados, pagados, protegidos y armados por el régimen de Nicolás Maduro, actuaron unas veces como francotiradores y otras atacaron desde motocicletas. Aparecen y desaparecen rápidamente, en medio, en segundos, dejan un baño de sangre con disparos precisos, a matar, en la cabeza o el pecho de las víctimas. Entre abril y agosto de 2017 se registraron más de seis mil multitudinarias manifestaciones. La policía reprimió sin piedad con gases, balines y canicas de vidrio. Pero los colectivos lo hicieron a bala. El saldo trágico en esos 5 meses fue de 163 personas asesinadas, la gran mayoría jóvenes, y otros 1413 heridos, entre ellos, Willy Arteaga, un violinista de 23 años que encabezaba la protesta estudiantil. 

NICARAGUA 2018

En Nicaragua, en abril de 2018 el pueblo se levantó contra Daniel Ortega bloqueando todas las esquinas de ese país y realizando las más grandes concentraciones, solo comparable con aquella de hace 39 años cuando se festejó el triunfo sandinista contra la dictadura de Somoza. Tan impresionante fue la movilización popular de 2018, que un joven universitario, Lesther Alemán, le dijo a Ortega en su cara “venimos solo a negociar su renuncia”. El régimen mantuvo a la policía en la retaguardia mientras los paramilitares del régimen dejaban montañas de muertos. En los tres meses que duró la protesta fueron asesinados 545 manifestantes, 4533 resultaron heridos , 720 terminaron presos y 65 mil personas salieron al exilio. 

BOLIVIA 2019

Movilización contra el fraude

En octubre de 2019, cuando el fraude electoral se hizo evidente, Bolivia se levantó pidiendo la renuncia de Evo Morales y nuevas elecciones. Morales quiso usar la misma estrategia con la que Maduro y Ortega salvaron a sus respectivos dictaduras. Pero resulta que no tenía las milicias organizadas, armadas y entrenadas. Contaba solo con dirigentes de movimientos sociales, de la CONALCAN, que no respondieron a sus llamados de auxilio. 

COCALEROS Y NARCOS

Tuvo que improvisar y recurrir a los únicos que siempre le serán fieles : los cocaleros y narcos del Chapare que llegaron en flotas y camiones a Cochabamba para embestir contra los bloqueos de las “pititas” mientras la policía pasó a la retaguardia con la instrucción de proteger a los vándalos que dejaron decenas de heridos a palos y piedras y un joven muerto a palos. Desde entonces, hay una coordinación de los cocaleros con los grupos del MAS de K’ara K’ara, que está en la zona sur de esa capital. 

Posteriormente ya no solo usaran palos y piedras. En medio de la multitud de cocaleros concentrados en Sacaba aparecerán las armas y los bien entrenados hombres de seguridad del narcotráfico. 

A FALTA DE MILICIAS, BUENOS SON LOS EMPLEADOS PÚBLICOS 

En La Paz, usaron a los empleados públicos disfrazados de mineros para resguardar la Plaza Murillo. La ministra se Culturas, Wilma Alanoca, había convertido su repartición en una fabrica se bombas Molotov. 

Lograron traer a un contingente de campesinos de la comunidad Qaqachaca que a su paso por el Prado dejó agónico de un brutal golpe en la cabeza a un viejo militante por la democracia, Julio Llanos quien falleció un mes más tarde. 

Al pasar los días, el gobierno salió de su estupor y se apoyó en los choferes y en militantes barriales para embestir contra los bloqueos vecinales que paralizaron parcialmente la sede del Gobierno hasta que Evo Morales renunció y se fue del país. 

Funcionarios del Ministerio de Salud en coordinación de militantes del MAS tomaron el aeropuerto del Alto para impedir la llegada del líder de los cívicos cruceños Fernando Camacho que llegó de todas maneras. 

LOS VIEJOS GUERRILLEROS 

En el conflicto de octubre, Evo Morales echó mano de viejos conocidos. Un puñado de ex guerrilleros que en los 14 años de régimen masista se habían apoltronado pero que en ese momento resultaron útiles para convertir una estructura electoral en una fuerza de choque donde podían operar elementos armados. 

En Montero, Santa Cruz, el MAS mató a bala a dos cívicos: Mario Salvatierra, 60, y Marcelo Terrazas, 48, además otros 6 resultaron heridos. 

Martín Serna Ponce, MRTA

La cabeza visible del ataque fueron 2 candidatos del MAS de la C 46, sin embargo un ciudadano argentino también resultó herido a bala y, aunque trataron de ocultarlo, se puso en evidencia que el peruano del MRTA, Martín Serna Ponce, secuestrador de Samuel Doria Medina en 1995 y este argentino, integrante de las FARC de Colombia, Facundo Morales Schoenfeld, fueron quienes organizaron ese mortal ataque armado.

Facundo Morales S., argentino de las FARC de Colombia

Investigaciones posteriores dieron con el domicilio de Serna Ponce, ahora nuevamente prófugo de la justicia. Tenía una casa en el condominio Barceló, con piscina y churrasqueara, y una esposa beniana, Miss Verano Bolivia. Antes de escapar hizo dos retiros bancarios por 50.000 bolivianos.

LAS CARAVANAS 

El jefe de los Qaqachacas, Rosendo Copa, cabeza también de los Ayllus Guerreros de Potosí, durante su estadía de dos días en La Paz anunció a través de la prensa que tenía armas para defender a Evo Morales. 

Su misión fue detener el paso de las dos caravanas de mineros y estudiantes que desde Potosí, Sucre y Oruro debían llegar a La Paz a reforzar la lucha para que Evo Morales renuncie. 

Heridos

Es muy probable que Copa hubiera regresado a la carretera Oruro-La Paz acompañado de francotiradores del Ministerio de Gobierno y con armamento de alto calibre. 

Los dias 9 y 10 de noviembre, poco antes de la huida de Evo Morales, 15 buses primero y 45 después, fueron atacados por francotiradores. Ambas caravanas fueron obligadas a retroceder en medio del silbido de los disparos, el impacto en los vidrios de las movilidades y la sangre de ocho heridos graves a bala. Además secuestraron a un grupo que intentó escapar a pie del horror de ese ataque armado, entre ellos habían mujeres. Una de ellas, docente de la Universidad Tomás Frías, el 11 de noviembre, relató en la fiscalía: “ Fui golpeada a patadas, me hicieron desnudar y me echaron gasolina para prenderme fuego “. Gracias al viento, los fósforos no ardieron y ella pudo escapar. 

SACABA

Desde México, Evo Morales organizó vía celular un contrataque violento. Quería la revancha y demostrar el carácter represivo del nuevo gobierno al que calificó de golpista y “de facto”, y para ser golpista y de facto debía también ser represor. Así que su gente comenzó a quemar casas, asaltar y a matar. Había que provocar dos reacciones: una, del gobierno que debía reprimir con un saldo lamentable de muchos muertos, y , segundo, un levantamiento popular de indignación frente a los muertos, como ocurrió en 2003 cuando se produjo el derrumbe del gobierno de Goni Sánchez de Lozada. 

Sacaba, cocaleros movilizados

En Sacaba, donde los cocaleros querían romper el cordón policial para avanzar sobre Cochabamba y tomar la ciudad, se produjeron 8 muertos. Sin embargo, como muestran los videos y el relato de Radio Pio XXII, los disparos salieron de las filas de los mismos manifestantes. 

El 19 de noviembre, cerca de Sacaba, se realizó un ampliado de los cocaleros y allí tomó la palabra el dirigente Feliciano Mamani quien dijo que para defenderse de los policías y militares iban a colocar en las casas de esa ciudad 500 francotiradores, obviamente armados. Todos aplaudieron, a todos les pareció bien sacrificar vidas humanas. 

SENKATA

En la planta de Senkata, en la ciudad de El Alto, después de un intento provocador de tomar e incendiar con cachorros de dinamita ese depósito de carburantes, empezaron los disparos y la estampida de los manifestantes, con un saldo de 10 muertos, caídos muy probablemente en las mismas circunstancias que se dieron en Sacaba porque el estudio de balística estable que las armas empleadas no son de la policía ni del ejército. 

Los muertos, todos muchachos muy jóvenes, no provocaron el levantamiento esperado por Evo Morales. Más bien apresuraron el dialogo y la pacificación. 

CUANDO SE APRENDE A MATAR

¿Son capaces de matar a su propia gente en aras de su propia ambición de poder? Definitivamente sí. 

En una visita a Achacachi , en 2007, Álvaro García Linera, entonces vicepresidente, dijo que en esas montañas había aprendido a matar. Se refiere al entrenamiento militar, junto a su hermano Raúl, para un levantamiento armado del Ejercito de Liberación Tupac Katari, EGTK, organización que fue liderada también por Felipe Quispe Huanca y que fue desmantelada en las primeras de cambio. 

En todo caso aprendió a matar por una causa de poder. Y Evo Morales, ni le digo, en el Chapare se aplica el código narco que a muchos les costó la vida, entre ellos a los esposos Andrade, cruelmente torturados antes de hacerlos desparecer. Y con esa misma frialdad, desde el gobierno, Evo Morales ordenó, el mismo lo dijo, el asesinato a tres extranjeros en el Hotel Las Américas. 

EN GINEBRA 

Ante la comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Nadesdha Guerra Oropeza acusó al gobierno de Jeanine Añez de haber reprimido hasta la muerte en Senkata y Sacaba. 

Guerra Oropeza, según una versión de la policía, es visitante frecuente de la Cárcel de San Pedro donde está recluido por un delito penal el peruano del MRTA Julio Vásquez Vásquez quien para apoyar a Evo Morales, el 12 de noviembre organizó un llamativo motín penitenciario con muchos reclusos en el techo de esa prisión. 

Julio Vásquez Vásquez

Otro que estuvo 15 años preso por intento guerrillero es Johnny Peralta Espinoza, quien declaró al periódico Venceremos del Partido de los Trabajadores de la Argentina: “El MAS está obligado a estar a la altura de este reto, que tiene que ser con decisión revolucionaria si desea que el pueblo boliviano acompañe la recuperación de la democracia y la profundización del proceso de cambio“. Es obvio que no está hablando de elecciones. 

LAS SOÑADAS MILICIAS 

Evo Morales aspira tener un partido legal para las elecciones y un brazo armado que lo sostenga en el oficialismo o en la oposición. Aunque en Bolivia nunca tuvieron éxito las aventuras guerrilleras, ni siquiera la del Ché Guevara, no se puede descartar que en sectores empobrecidos y desesperados, y con mucho dinero de por medio, podrían sostener uno, dos o más K’ara K’ara. 

Por su parte, Andrónico Rodríguez, no tiene que esforzarse mucho. En el Chapare hay armas, hay entrenamiento y un negocio millonario que defender. Un video sobre el embarque de droga en una avioneta muestra a los hombres armados que acompañan esta actividad. 

Ganarle las elecciones al MAS es un imperativo de sobrevivencia para la Nación, pero el próximo gobierno democrático la tendrá muy difícil con la crisis económica, el coronavirus y los grupos armados del MAS.