Por Zulema Alanes B. Foto: Hospital La Portada.-
El primer paciente que recibió el tratamiento con plasma hiperinmune en el país está a salvo y cuenta las horas para recibir el alta médica. “He vuelto a la vida” dijo a Cabildeo Digital a pocos días de haberse sometido a la primera transfusión de plasma donado por un paciente curado de Covid19.
Teófilo C. se encontraba intubado, en estado crítico, en una de las salas de terapia intensiva del hospital La Portada de la ciudad de La Paz cuando informaron a su hermano que podía someterse a la transfusión, 48 horas después empezó a mostrar las primeras señales de recuperación.
“No recuerdo en qué momento me aplicaron el tratamiento, yo estaba inconsciente, totalmente debilitado y sentía que me estaba muriendo”, contó.
El protocolo de Obtención y Uso del Plasma Hiperinmune por Plasméresis para Pacientes con Covid-19 fue aprobado por el Ministerio de Salud el 15 de mayo y ese mismo día el hospital centinela de la ciudad de La Paz recibió la primera donación de un paciente curado.
“En la mañana donó el plasma y en horas de la tarde le transfundimos la primera dosis al paciente de terapia intensiva, el domingo la segunda dosis, y aunque permanecía con ventilación mecánica asistida, en la noche ya presentó mejoría. El equipo de terapia intensiva lo extubó, si bien dependía de oxigenoterapia ya no necesitaba el respirador, fue sorpresiva la evolución del paciente”, detalló Liliana Gonzáles, directora del hospital La Portada,
Los pacientes que han superado el embate del Covid-19 se están convirtiendo en el remedio para salvar la vida de otras personas infectadas, gracias a la terapia con plasma sanguíneo hiperinmune dijo a Cabildeo Digital.
En medio de la pandemia de coronavirus, el hospital La Portada inició el tratamiento en La Paz y ya envió el plasma para un paciente en Santa Cruz. El primer donante de plasma también fue paciente del centro centinela y fue dado de alta luego de 20 días de tratamiento.
¿EN QUÉ CONSISTE EL TRATAMIENTO CON PLASMA HIPERINMUNE?
Gonzáles explicó que el proceso clínico es sencillo. “A un paciente que se recuperó de coronavirus, le sacan una muestra de sangre, de esa muestra, aíslan los glóbulos rojos y dejan los anticuerpos presentes en esa sangre, que son los anticuerpos que desarrolló durante su enfermedad para combatir el virus. Ese plasma que tiene los anticuerpos, es colocado a un paciente que aún no tiene anticuerpos. Un paciente que sanó, le presta los anticuerpos contra el coronavirus a un paciente que está enfermo”.
El plasma es un derivado de la sangre que se utiliza habitualmente en los hospitales para pacientes que tienen que pasar por quirófano, pero en este caso la finalidad es aportar los anticuerpos que necesita el enfermo de Covid-19 a través de la transfusión de los anticuerpos obtenidos del plasma de un paciente ya curado a otro que está en la fase aguda de la enfermedad. “Tomamos el plasma de una persona curada, que es todo lo que hay en la sangre, eliminamos glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, verificamos la presencia de anticuerpos y los administramos a los enfermos”.
Dra. Liliana Gonzales, directora La Portada
Según la directora del hospital La Portada, la terapia de plasma hiperinmune no es una idea nueva, ha sido utilizada en grandes pandemias o crisis sanitarias como la fiebre española, el ébola y, más recientemente, la influenza AH1N1 y “en Bolivia también se aplicó, porque, como ocurre ahora, en esas pandemias no se disponía de vacunas ni otros tratamientos”.
DE UN CUADRO CRÍTICO A UNA RECUPERACIÓN SORPRENDENTE
El plasma hiperinmune puede contribuir a suprimir el virus a mayor velocidad y, especialmente, prevenir el desarrollo de complicaciones letales. Eso ocurrió en el caso de Teófilo, el paciente de 45 años de edad que, a pocos días de su diagnóstico positivo, presentó complicaciones que obligaron a intubarlo en terapia intensiva y cuyo pronóstico no era muy alentador.
Desde el inicio, la enfermedad fue virulenta. “Nunca sentí algo tan horrible. Tenía fiebre, calosfríos, me faltaba el aire. A pesar de la fiebre, tenía una sensación de frío con contracciones musculares. Me dolía todo el cuerpo y no podía respirar. Daba un paso y ya no podía dar otro paso más, se me cortaba el aire. Era una sensación extraña, no tenía control sobre mi cuerpo. No tosía ni me dolía la cabeza, pero el dolor en los ojos y en el pecho era insoportable, no podía respirar, hacía un poco de esfuerzo y ya no daba más, me quedaba quieto, parado, inmóvil, intentando recuperar el aliento”, relató.
Contrajo la enfermedad mientras trabajaba, en la ruta La Paz-Cochabamba-Santa Cruz, que habitualmente transita desde hace más de dos años conduciendo el frigorífico de la empresa para la que trabaja transportado pollo para proveer al mercado de La Paz. “No sé en qué momento me contaminé, si fue en Santa Cruz o en Cochabamba y no sé por qué, pues trabajamos con todas las medidas de seguridad que nos puso la empresa”.
Llegó a La Paz el 12 de mayo y esa misma noche empezó a sentir los primeros síntomas. “No pude dormir, sentía mucho frío, me puse calefacción y no me calentaba aun de la fiebre alta y no podía respirar. Fui a un hospital y me recetaron tabletas, pero no surtían efecto, el dolor era insoportable”.
Teófilo piensa que fue afortunado. “La enfermedad avanzó rápido y yo estaba debilitado, el día que me pusieron la sangre (plasma) estaba inconsciente, no sé qué pasó. Ahora estoy mucho mejor, ya puedo caminar, estoy haciendo la fisioterapia, hago ejercicios por mi cuenta, me alimento bien, ya tengo fuerzas, mi garganta está tapada pero no me duele, estoy respirando sin oxígeno”.
UNA APUESTA POR LA VIDA
La Portada es el hospital Covid centinela de la ciudad de La Paz, cuenta con 80 camas y seis unidades de terapia intensiva y un plantel de 180 funcionarios, entre médicos generales y especialistas, licenciadas y auxiliares de enfermería, laboratoristas, ecografistas, radiólogos, fisioterapeutas, farmacéuticos, nutricionistas y trabajadoras sociales, además de los encargados de limpieza y el personal para las ambulancias.
A la fecha ha atendido más de 50 pacientes, entre positivos y sospechosos, de las ciudades de La Paz, El Alto y Santa Cruz, además de varias provincias paceñas, con un promedio de estancia de entre 17 a 20 días, “aunque tenemos una paciente, la tercera de todos, que ya lleva 50 días y tenemos 15 pacientes recuperados” detalló Gonzáles.
Actualmente realiza el seguimiento a los pacientes curados, que son quienes pueden convertirse en donantes potenciales. “Según el protocolo la donación debe ser voluntaria, luego de comprobar que, en efecto, contiene los anticuerpos deseados. No pueden ser donantes las mujeres embarazadas, las que hayan sido madres y estén dando de lactar, o hubieran tenido un aborto, pacientes que recibieron varias transfusiones de sangre.
“Todos los donantes deben ser mayores de edad, que no hayan presentado complicaciones durante su recuperación y que no tengan enfermedades de base o patologías infecto contagiosas, como hepatitis, vih. Deben esperar 14 días para someterse a una prueba de Covid -19, si da negativo se someten a los estudios de rigor para ver si son buenos donantes. Un solo paciente podría donar a varios pacientes”, puntualizó Gonzales.
Hasta ahora los resultados son alentadores y se espera que todos los pacientes curados se animen por “esta apuesta por la vida”, subrayó.
Personal de La Portada despidiendo a un paciente recuperado.