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Por instrucción de la presidenta Jeanine Áñez, se trasladaron seis ministros y otras autoridades hasta la ciudad de Trinidad, capital del Beni, para establecer un nuevo plan de contingencia de COVID-19 debido a la crítica situación de salud que atraviesa esa región.
Entre las medidas, se determinó encapsular la ciudad de Trinidad, en una primera etapa y durante una semana desde el próximo 1 de junio.
“Se hará un recorrido caminando y visitando casa por casa para detectar todos los casos positivos y sospechosos mediante una valoración clínica (...) y luego transportarlos a un centro de aislamiento", señaló la Ministra de Salud, Eydi Roca.
Mientras los casos considerados como graves serán llevados de inmediato a los hospitales para que reciban el tratamiento respectivo.
Asimismo, hasta el 26 de mayo se entregaron 600 contratos para médicos, especialistas, enfermeras y personal de salud, que serán distribuidos en los municipios de Trinidad, Guayaramerín y Riberalta, sin descuidar otras ciudades.
La autoridad de estado destacó que se hizo presente una vez más la solidaridad del pueblo boliviano, pues en esta emergencia no sólo los profesionales médicos del Beni, sino de otras regiones del país, se organizaron para ir a reforzar el trabajo en los nosocomios.
Detalló además que fueron entregados 11 equipos convencionales de terapia intensiva, compuesto por camas especiales, pantallas de control, respiradores, tomógrafos y ecógrafos que no había en el Beni. Así también se habilitó un hospital militar de campaña con 160 camas, un hospital de campaña para 200 personas, módulos o domos de 60 camas cada uno y la operación de tres avionetas ambulancias.
Y también, tal como la Presidenta anunció, se promulgará un decreto supremo que asigna más recursos económicos para continuar fortaleciendo la lucha contra el coronavirus en el departamento del Beni, donde el Centro de Operaciones de Emergencia trabaja sin pausa.
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