Por Sonia Montaño Virreira.-
Hoy pasé del miedo, al ver a grupos de masistas en estado de ebriedad amenazar con “guerra civil”, a la rabia y la impotencia al constatar que quienes propagan la idea del golpe de estado abusan de su circunstancial mayoría en la asamblea legislativa, haciendo lo que les viene en gana, inclusive más que cuando el prófugo gobernaba pues en ese tiempo regía la disciplina y todos eran anónimos levantamanos.
Maravilloso golpe que le dio poder a la segunda línea de mando del MAS Ellos organizados salieron anoche a apedrear buses con personal de salud y generar graves disturbios en El Alto, Ivirgarzama y Yapacani, mientras los obesos aparentemente desorientados, claman estar muriendo de hambre en una grotesca imagen de lo que se anuncia como una desalmada campaña electoral digitada desde Buenos Aires. Tal parece la puesta en escena del crimen organizado dispuesto a todo para recuperar el poder.
Quien calla otorga. Arce Catacora, David Choquehuanca, Eva Copa deben pronunciarse y asumir responsabilidades. El sabotaje a la cuarentena, la violencia vandálica en medio de la pandemia -11 casos detectados ayer son de El Alto- son evidencia de que están dispuestos a morir y provocar muerte en el país. Bolivia es el único país que se da el lujo de atacar al personal de salud en medio de la pandemia. La ciudadanía debe exigir que estos dirigentes se pronuncien y llamen a volver a sus casas a los criminales que están favoreciendo los contagios.
Los trabajadores de la salud, expuestos diariamente al contagio, la enfermedad y la muerte, quieren dejar de atender a la población de Senkata como la única forma de proteger sus vidas y la de los pacientes. La ciudadania debe saber con nombres y apellidos, quienes están detrás de los hechos criminales, detenerlos y procesarlos. Están circulando audios que dan cuenta de planes para derrocar a la presidenta constitucional a la vez que ponen en riesgo a sus propios hijos y familias pues como se sabe el COVID19 no discrimina. Es cierto que no se debe generalizar y que esos brotes de vandalismo obedecen a grupos criminales, pero no es menos cierto que el miedo paraliza y los habitantes de las zonas afectadas, sólo podrán detener la violencia si cuentan con el firme respaldo de las autoridades y toda la ciudadanía. Hoy más que nunca se debe quebrar el corporativismo fomentado por el MAS a lo largo muchos años y entender que por cada persona expuesta al contagio, todos corremos peligro mientras los dirigentes del MAS esconden la cabeza. Reitero quien calla otorga : Arce y Choquehuanca, Copa y todos los que votaron la ley electoral deben pronunciarse. P.D. dónde estará la CIDH?