Contó el periodista del canal América 24 de la Argentina que un hombre, pistola en mano, salió de aquella mansión para impedir que el camarógrafo logre imágenes de esa impresionante residencia ubicada en el caro y exclusivo barrio porteño de San Isidro.
A pesar de la amenaza, el equipo de prensa consiguió su propósito. La imagen exterior de una casona blanca, de dos pisos, de grandes ventanales y portentoso porche apareció en la pantalla del televisor.
Mientras la imagen fue acercándose a su objetivo, grabada posiblemente desde un carro en movimiento para proteger a sus ocupantes de los tiros, el periodista desde el estudio de ese canal pregunta a quienes lo acompañan en el relato: “ ¿quién creen ustedes que vive aquí, en el barrio más lujoso de Buenos Aires? ”. Las respuestas son todas erradas. No es futbolista ni científico. Entonces, ¿quién?. “Evo Morales”, responde. Y los televidentes quedan con la boca abierta. Entonces, el periodista lanza la estocada final :“.. lo que yo quiero saber es si lo paga Bolivia o lo paga Argentina con nuestros impuestos”.
#MeToo
Yo también quiero saber de dónde saca la fortuna con la que se mueve. Supuestamente huyó desde Chimoré con lo puesto. Después, en una entrevista, admitió que llevaba consigo 2000 o 3000 dólares. Y con eso nada más, salió de México y llegó a la Argentina en vuelos chárter. Lo visitaron varias veces numerosas delegaciones de creyentes que arribaron en avión y conspiraron en medio de suculentas parrilladas.
De algún lado sale la plata. El pasado 12 de marzo, en medio del Coronavirus, el dirigente Antonio Fratamico le pidió al presidente Alberto Fernández rendir cuentas sobre la estadía de Evo Morales.
La ostentosa vida del ex humilde y ex presidente de Bolivia no pasa desapercibida para nadie. Y tampoco sus declaraciones como aquella de crear grupos de civiles armados. Fue un incordio en Bolivia durante 14 años, lo fue en su corta estadía en México y lo es en Argentina.
DE COLEGIALES A SAN ISIDRO
La primera residencia de Evo Morales en Buenos Aires fue otra casona de estilo inglés ubicada en el corazón del barrio Colegiales. Le pertenece a una socióloga kirchnerista, Irene Novacousky, vinculada a Santiago Cafiero, jefe de gabinete de Alberto Fernández.
Residencia en Colegiales, Buenos Aires |
De allí, Evo Morales que ya estaba bien instalado tuvo que salir hacia la otra mansión de San Isidro por las quejas de los vecinos. Se molestaron por la abultada presencia de carros y policías armados, unos de uniforme y otros de civil. Además de una aparatosa custodia personal reforzada por orden del presidente Fernández desde que en Bolivia se libró una orden de aprehensión en su contra.
Se trasladó a San Isidro con la recomendación de ser discreto hasta que fue descubierto el lunes pasado por América 24 gracias a un vecino que le pasó el dato al periodista de ese canal. La sorpresa y el susto que este equipo de prensa se llevó fue la aparición de los civiles armados. La escena en su conjunto más parece de una novela de narcos que la de un ex presidente refugiado y padeciendo los rigores del exilio político.
Mansión en San Isidro, Buenos Aires |
En esa mansión, rodeado de matones, Evo Morales está cumpliendo la cuarentena por el Coronavirus. Tiene más de 60 años, es del grupo de mayor riesgo. Su abogado, el afanado ex juez español Baltazar Garzón está internado en Madrid con Covid-19 causado por un virus que no respeta a nadie y que puso en evidencia que es mucho, pero mucho más importante invertir en hospitales y respiradores que gastar la plata del pueblo en aviones, helicópteros o canchas de futbol.
Video de América 24