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Vía: Página 7
Por diferencia de gol y con un arbitraje dudoso, así se despidió Bolivia del Preolímpico Sub-23. Pese a su actitud ganadora y juego ofensivo, la selección quedó fuera. Ganó por 2-1 a Perú, pero no le alcanzó, en un partido que tuvo al juez colombiano Nicolás Gallo como el gran villano.
Bolivia dijo adiós en los últimos segundos. A los 95’ de juego, el juez ordenó un tiro de esquina a favor de Perú. José Luján puso el 2-1 con un cabezazo y terminó con las esperanzas de los nacionales que soñaban con llegar por primera vez a unos Juegos Olímpicos.
La Verde se fue siendo protagonista, como ante Uruguay y Brasil. Se vio una notable evolución. Demostró que tiene recursos individuales, que se complementaron para hacer un equipo con juego colectivo. Aunque si hacía falta, aparecieron las individualidades.
La Verde estaba obligada a ganar al menos por dos goles de diferencia y estuvo cerca de lograrlo. Los goles bolivianos fueron convertidos por Moisés Villarroel quien, luego de varios remates y en medio de las dudas de la defensa peruana, anotó a los 68’.
Seis minutos después, los nacionales aumentaron el marcador a través de un penal cobrado por Fernando Saldías. Hasta ese momento, Bolivia estaba clasificada a la espera del Paraguay-Brasil. Pero la historia de ensueño se transformó en otra de terror. A falta de segundos para que terminen los cinco minutos de adición que ordenó el juez, el peruano Luján cobró un tiro de esquina y con un cabezazo puso el 2-1.
En el cuadro nacional se destacaron las figuras de Sebastián Reyes, José Carrasco, Fernando Saldías, Moisés Villarroel y Rubén Cordano.