El nuevo Tribunal Electoral, una conquista extraordinaria

Menos de una semana y llegará el día por el que los bolivianos luchamos y que certifica el retorno de nuestra democracia; la fecha elegida por el Tribunal Supremo Electoral es el 2 de enero, cuando se convocará a un proceso electoral que elegirá al nuevo inquilino de Palacio Quemado o, por ahi, de la Casa Grande del Pueblo.
Para este momento, el pueblo boliviano, ha visto una evolución democrática; y es que desde la renuncia de Evo Morales Ayma y la ratificación del fraude, tanto opositores como (la mayoría de) oficialistas se pusieron la rojo, amarillo y verde para lograr nuevas elecciones, vale decir, se lograron convocatorias, posesiones y demás temas que conllevan la logística de un proceso electoral. Para citar un ejemplo que demuestra la magnitud, la Cámara de Diputados de amplia mayoría Masista, en una sesión extraordinaria aprobó en grande y en detalle el proyecto de Ley de Régimen Excepcional y Transitorio para la Convocatoria y la Realización de Elecciones Subnacionales, prácticamente ignorando el tema de la renuncia del ex mandatario y ya mirando al siguiente paso. Incluso en varias postales aparecieron la presidente Jeanine Añez junto con los presidentes del legislativo Eva Copa y Sergio Choque, de distinta tienda política, pero promulgando leyes con un norte común.
Las nuevas elecciones, sin lugar a dudas, despiertan nuevas esperanzas en los bolivianos, ya que las cabezas del cuarto poder del estado fueron recientemente posesionadas y cuentan, según el proceso de elección, con la idoneidad para llevar a cabo el proceso; ellos son David Atahuichi, Rosario Baptista, Nancy Gutierrez, Oscar Hassenteufel, Maria Angelica Ruiz y Francisco Vargas, quienes se sumaron al electo por el poder ejecutivo, Salvador Romero, quien posteriormente fue también nombrado presidente del Tribunal Supremo Electoral.
Se decidió el primer día hábil del 2020 (2 de Enero) como el día “D” para lanzar la convocatoria a sufragios luego de una reunión para consensuar con la Asamblea Legislativa Plurinacional; sufrió algún retraso que fue argumentado desde el punto de vista de la ausencia de piezas clave en el Órgano Electoral tanto a nivel nacional como departamentales.
Este viernes 27 de diciembre, se realizó la primera reunión entre autoridades nacionales y departamentales, en está se tomaron ya algunas determinaciones que nos hacen sentir encaminados a urnas, entre ellas el nuevo presupuesto para estas y el apoyo democrático que se dará a los contendientes.
Todas estas señales nos muestran que el ente electoral necesita limpiar su imagen tras el escándalo del pasado 20 de octubre, del cual uno de los frutos es la reclusión de gran parte de los vocales de la pasada gestión, quienes fueron los brazos del fraude. Sin embargo la premura y la necesidad de celeridad no permitirán algunos cambios, pese a la anunciada auditoría al padrón, se señaló que no se podrá realizar modificaciones de ningún tipo al internacional; vale decir que solo las personas habilitadas para el anterior proceso en los 33 países votantes podrán nuevamente sufragar. 
Los retos son grandes pero la esperanza también; ahora resta saber que determinara el Tribunal Constitucional Plurinacional sobre el poder o no alargar los periodos de mando constitucional de distintas autoridades para que sobrepasen el 22 de enero en sus funciones y puedan entregar sus cargos a los que los releven en las probables elecciones del 3 de mayo (fecha tentativa). Difícil reto para la nueva gestión del TSE, sin embargo primer escollo de cara también a las elecciones subnacionales del 2020.