Amigos queridos, espero que hoy también vayan a bloquear.
Estamos siendo duramente criticados en el resto del país por nuestra supuesta falta de compromiso.
Dicen que en La Paz parece que todo fuera normal. Es muy difícil explicar al resto del país que acá, nosotros, dormimos con el enemigo.
Hay miles de masistas que viven de la mamadera del aparato estatal. Deben haber 100 mil masistas de que comen del Estado y otros miles que viven al día con las limosnas que les pagan para mantener sus serviles instituciones como Fejuves, COB, Mineros cooperativistas. Bartolinas, Choferes, Gremialistas, etc.
Eso nos hace vivir diariamente en un ambiente difícil y hostil mientras recorremos las calles tratando de hacer nuestra vida normal.
En la ciudad de Santa Cruz los bloqueos se vuelven ronda y verbena, pero cuando entras a Montero y Plan 3000 la cosa es otra porque la realidad cambia.
Potosí y Sucre están en pie de guerra pero la presencia del Estado es mínima.
Cochabamba entró en dura batalla y logró sacar a las huestes Masistas a punta de una histórica y épica caballería motorizada.
En La Paz, ¿Qué nos queda?
Acá está el Gobierno!!!
¿Que difícil se pone verdad?
Acá somos la resistencia de las calles, la resistencia dura, la que no hace canciones, ni rondas, ni verbenas, ni vídeos, ni selfies, ni nada. Vamos a las calles (armados sólo de nuestra tricolor) a darnos con todo contra hordas alcoholizadas y enfermas dispuestas a lastimarnos seriamente, nos damos duro contra Choferes y Gremialistas mantenidos hace años por la vaca estatal. Nos damos duro contra los propios paceños que tienen hijos, esposos y familiares que viven del gobierno y aún no se han dado cuenta que algún día la limosna se acabará. Nos damos duro contra las fuerzas represoras que nos reprimen con sus tropas abusivas e insensibles que quieren vernos muertos o por lo menos heridos.
Los paceños, llevamos a padres e hijos y ponemos la sangre y los muertos, ponemos los huevos y los ovarios. Ponemos el pecho a la verdadera bala del poder autoritario.
Acá están el Romero, el Quintana, la Montaño, el Zabaleta, el Linera y el Evo. Acá viven.
Los paceños estamos acostumbrados a vivir en ambiente de guerra a diario, parece que fuéramos indiferentes ante todo. Lo que no saben es que vivimos 365 días en pie de guerra, mientras que en otras regiones van 8, 9 ó 10 días sin un enemigo al frente, unidos, eso si, pero sin enemigo al frente.
Todos los días estamos enfrentados contra el abuso y la prepotencia del aparato estatal que nos hunde y retrasa cómo región productiva.
Hemos perdido miles de grandes paceños que han migrado a otras regiones y las han hecho grandes y productivas. Hemos perdido capital social y fuga de empresas y aún así persistimos ínclitos.
Cada día tenemos el bombardeo del odio y la discriminación vomitado por políticos y masistas que peregrinan en medios al servicio de su amo oficialista. Cada día recibimos cientos de mensajes llenos de resentimiento y maldad que aviva nuestras diferencias y endurece nuestros corazones.
No sé amigos, me ofende que en otros lados digan que el paceño no tiene compromiso o que es indiferente, me ofende porque no es cierto, porque no hay boliviano mas valiente y comprometido con su país que el paceño y la paceña y no dudará en morir por la Patria.
El paceño una vez más está demostrando su compromiso con la libertad. Cientos de miles de hijos de la tierra del Illimani salen a las calles a manifestar su amor por la democracia.
Recuerden amigos.
La Paz es la tumba de tiranos y así seguirá siendo hasta el fin de los tiempos.
Nos vemos en las calles!
¿Quién se rinde?
¿Quién se cansa?
//Foto la Razón//