Evo Morales y Luis Inácio Lula da Silva serán dos de los invitados especiales de Alberto Fernández a su posesión como presidente de Argentina, el 10 de diciembre. Así lo confirmaron a Clarín un grupo de trabajo del presidente electo y que tiene como vicepresidenta a Cristina Fernández de Kirchner.
No será invitada Jeanine Añez, la presidenta de transición, a quien el presidente saliente de Argentina, Mauricio Macri, no reconoció como mandataria. Menos aún la reconocerá Fernández, dice Clarín, que calificó lo ocurrido en Bolivia como un golpe de Estado contra Morales.
Evo Morales renunció el 10 de noviembre después de conocer el fraude electoral constatado por la Organización de Estados Americanos (OEA) al que su mismo gobierno pidió la auditoría y se comprometió a que su resultado será vinculante. Un día después se asiló a México desde donde no deja de tuitear cada día y convocar a la prensa para referirse al país.
Morales dijo el viernes que estaba "analizando la propuesta" de Alberto Fernández de recibir asilo en la Argentina. "Quiero agradecer la propuesta del hermano Fernández y su forma de ayudarnos. Yo quisiera estar en mi país y no pierdo esperanza de volver en cualquier momento. Si me acerco a Bolivia mediante Argentina, mejor todavía. Lo estamos analizando, pero estamos esperando un poco antes de responder", dijo entonces Morales.
Al mismo tiempo, las fuentes señalaron que será decisión de Fernández invitar o no a Nicolás Maduro a la ceremonia de asunción. “No lo conoce y nunca habló con él”, le dijo a Clarín una fuente cercana al presidente electo.
Es una incógnita si Evo hará el viaje a Buenos Aires, dice Clarín, y en la misma situación está el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, al que también se le extendería una invitación.
Lula Da Silva, en cambio, confirmó en la tarde del miércoles que no prevé participar en la ceremonia de asunción de Fernández, ya que, indicó "es un acto para presidentes".
"La verdad que no voy a ir. Agradezco si me invitan, pero es un acto para presidentes y tienen que ir los que son presidentes", expresó en el blog de noticias Nocaute, del periodista brasilero Fernando Morais.
"No me gustaría ir para no ser ese jarrón chino", profundizó el concepto el exmandatario, sin dejar de mencionar que Brasil debería estar representado en el acto, por el peso de la embajada brasilera en Buenos Aires, en materia de política externa.
Si bien fue liberado, la situación de Lula no es la más cómoda. Podría recibir una nueva sentencia y volver a la cárcel. Por ahora está en una suerte de campaña por el interior del país. La amistad de Fernandez y el líder del PT le costó al argentino la enemistad de Jair Bolsonaro, que no lo saludó por su victoria electoral y mandará a un ministro para el 10 de diciembre.
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