Centenares de mujeres “chalecos amarillos” se reunieron ayer en varias ciudades de Francia para dar una imagen pacífica del movimiento que desde hace ocho semanas organiza protestas en las ciudades y carreteras del país, y que el sábado terminaron en incidentes violentos.
Cerca de 50.000 personas se manifestaron el sábado en Francia en el “acto VIII” de la movilización, marcada por nuevos enfrentamientos con la Policía.
La violencia eclipsó una vez más un movimiento social que comenzó en protesta por el alza de los precios de los combustibles y que hoy se extiende a reivindicaciones más amplias.
En París, las mujeres se reunieron ayer en la mañana en la plaza de la Bastilla y en la plaza de la República vestidas con gorros frigios y portando globos amarillos. “Esta manifestación no es feminista sino que quiere dar una imagen inédita al movimiento”, dijo Karen, enfermera de 42 años de Marsella (sur), y una de las fundadoras del grupo Facebook Mujeres chalecos amarillos.
“A través de esta primera manifestación de mujeres, queríamos tener otro canal de comunicación que la violencia, porque todo lo que sale del movimiento en los medios son los actos de violencia y nos olvidamos del fondo del problema”, agregó.
Sophie Tissier, una mujer de 40 años, “aislada con dos hijos”, coincide. Por megáfono, subrayó la dificultad para las mujeres de destacar en la sociedad. “Somos más pacíficas que los hombres y queremos movilizarnos pacíficamente. (...) Somos muchas en las manifestaciones, en las rotondas, porque somos las más afectadas por el trabajo precario”, declaró.
También en otras ciudades, centenares de mujeres desfilaron dirigiendo mensajes en particular contra el Jefe del Estado: “Macron estás acabado, las chicas están en la calle”. En Toulouse, cerca de 300 mujeres se reunieron en la plaza Arnaud-Bernard antes de dirigirse hacia los bulevares del centro de la ciudad, según informó la Prefectura.
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