Un bus de la flota 23 de Marzo, que partió desde la ciudad de Tarija con destino a la población chuquisaqueña de Villa Charcas, se embarrancó la mañana de ayer, domingo, a la altura de la comunidad de Cieneguillas, con el saldo de 13 fallecidos y 25 heridos. Entre el sábado y domingo se registraron dos accidentes de tránsito en los que perdieron la vida 36 personas y más de 60 heridos, lo que nuevamente pone en cuestionamiento la seguridad en las carreteras.
Cuatro de los pasajeros que perdieron la vida eran argentinos, y viajaban como parte de una delegación que debía disputar un encuentro de fútbol en el municipio de Incahuasi (Chuquisaca), según informe preliminar de Bomberos de la Policía Nacional.
El accidente de tránsito en la carretera Tarija–Potosí se registró al promediar las 10:15 y varios motorizados que transitaban a esa hora con destino a Tarija ayudaron a evacuar a los heridos.
Virginia Zelaya, sobreviviente del accidente junto a un niño de tres años, relató que el bus se precipitó debido a una falla en los frenos, justo cuando pasaba por una curva de la carretera en sentido de bajada.
“'No agarra freno', ha dicho el chofer y después nos embarrancamos. A mí me botó en la primera vuelta”, dijo Zelaya en medio del nerviosismo y el impacto por el accidente de tránsito.
También se conoció que entre los pasajeros estaban miembros de una delegación deportiva de jóvenes que viajaba de Mendoza (Argentina) a Incahuasi a participar de un encuentro de fútbol por el aniversario de ese municipio, que se celebrará el 26 de enero.
En una publicación de condolencia, la Alcaldía de Incahuasi dijo que el equipo de fútbol estaba conformado por 13 residentes de la comunidad de Sultaca Baja de ese municipio, que por razones laborales estaban viviendo en Argentina. Los fallecidos de esa delegación son Jeremías Luján, Nawel Nicolás Ávila, Mauro Fuentes y Alexis Ávila.
El sargento Gerardo Cruz, miembro de Bomberos de la Policía, indicó que el bus se precipitó unos 150 metros aproximadamente de la plataforma de la carretera y desde allí se evacuaron a todos los heridos.
Las personas con vida fueron trasladadas en ambulancias y motorizados particulares hasta el hospital San Juan de Dios, donde fueron internados después de una evaluación médica. En la Unidad de Emergencias se informó que la mayoría de los heridos sufrieron politraumatismos.
La madrugada del sábado, los buses de las empresas Trans Azul y Villa Imperial colisionaron de frente en la carretera Oruro-Potosí dejando 22 personas fallecidas.
Según las primeras investigaciones, se presume que la invasión de carril y el mal tiempo fueron las causas para el fatal accidente.
Los dos accidentes en los que murieron 35 personas protagonizados por buses de transporte público nuevamente pusieron en tela de juicio la seguridad en las carreteras. Las expresiones de preocupación se manifestaron en redes sociales.
Varias personas pidieron a la Policía ejercer mayor control y poner en marcha el uso de GPS en los buses que se anunció hace más de dos años. Además de remarcar que los controles no son efectivos, ciudadanos hicieron notar que muchos pasajeros se niegan a que el viaje se suspenda cuando se detecta alguna falla en los buses.
//Correo del Sur//