En la población de Uncía en el departamento de Potosí, dos personas murieron tras ser apedreadas, acusadas de supuesto robo, una de las víctimas sería un menor de edad. Autoridades policiales y representantes de la Defensoría del Pueblo se constituyeron en el lugar, aunque no pudieron evitar los violentos hechos que tuvieron un saldo fatal.
El Coordinador Regional Defensorial de Llallagua, Gabriel Colque, también fue víctima de agresiones y salvó su vida resguardándose en una unidad militar, los enardecidos pobladores le lanzaron piedras provocándole lesiones en el cuerpo, fue auxiliado y llevado a un centro hospitalario.
Pese a la intervención de la Policía, los enfurecidos vecinos de Uncia lograron sacar de la oficinas judiciales a los acusados de robo para lincharlos.
El Defensor del Pueblo, invocó a las autoridades llamadas por ley a realizar una investigación efectiva sobre las muertes y determinar las responsabilidades que correspondan, generando las condiciones para garantizar el ingreso de los investigadores.